Es fácil quedarnos embarazadas y que alguna de las etapas del mismo coincida con el verano y las esperadas vacaciones, sin embargo, ¿es bueno tomar el sol embarazada?

Como bien sabemos, el sol nos aporta muchos beneficios al organismo (relajación, bienestar, fortalecimiento de huesos, vitamina D…) pero hay que tomarlo con precaución y más en este estado cuando la piel es más sensible para evitar la aparición de manchas cutáneas por el cambio hormonal.

Para ello, no se nos puede olvidar, utilizar crema de protección solar especial para que no afecte al feto. Además, tenemos que elegir el factor de protección que se adapte mejor a nuestro tipo de piel. Para que haga efecto, se debe aplicar media hora antes de exponernos al sol y renovarla cada dos horas o después del baño.

Por supuesto, debemos evitar las horas centrales del día aprovechando en su lugar las primeras o las últimas cuando el sol no quema tanto y la temperatura es más agradable.

El tiempo de exposición también debe ser controlado y estar siempre cerca de un lugar con sombra.

Utiliza ropa fresca y gorras o sombreros para proteger la exposición directa en algunas zonas.

Recuerda que un aumento excesivo de temperatura puede afectar al feto y causar malformaciones. Además, hay que tener en cuenta que la tempera corporal aumenta por sí sola durante el embarazo y debemos evitar cualquier golpe de calor.

No te tumbes en una toalla todo el tiempo, intenta dar paseos a la orilla del mar porque te refrescará además de que caminar ayuda a la circulación.

Por lo tanto, es importante tomar el sol con moderación y siguiendo siempre todas estas recomendaciones. Y si quieres saber más, no te pierdas todas las semanas todos los artículos del blog de El Peque de la Casa.