Cuando nos quedamos embarazadas son muchos los cambios que experimentamos, sobre todo los relacionados con el sueño: dormimos más pero ¿también soñamos más?

Según los últimos estudios publicados por la American Pregnancy Association se ha comprobado que durante esta etapa las mujeres embarazadas tienen un mayor número de pesadillas, sueños más intensos… Una de las frases que más repiten las mujeres es que sueñan más cuando en realidad lo que sucede es que nos despertamos más a menudo y por lo tanto cuando no hemos terminado de tener un sueño por lo que la sensación es esa aunque seguramente soñemos lo mismo que antes pero antes de estar embarazadas no nos acordemos porque no nos despertamos tan a menudo. Y es que sufrir interrupciones durante el ciclo del sueño estando embarazada es uno de los síntomas más frecuentes.

En muchas ocasiones este hecho está relacionado directamente con la ansiedad que nos entra en este período debido a todos los cambios internos y emocionales que provocan el que estemos creando vida dentro de nosotras mismas.

En cuanto al contenido de esos sueños también existen algunas pautas que se repiten como por ejemplo el de soñar con que algo le sucede al feto, problemas con la pareja… es decir, responden a preocupaciones y pensamientos de ese momento.

Como consejos para evitar en la mayor parte tener malos sueños o pesadillas, es bueno practicar técnicas de relajación antes de dormir y hablar con nuestra gente más cercana de todo aquello que nos preocupa. Por otro lado, la temperatura de la habitación debe ser de unos 20ºC puesto que si es elevada o llevamos mucha ropa, somos más propensas a tener pesadillas al igual que si nos vamos a dormir con el estómago lleno.

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