Estar embarazada no significa tener que renunciar a nuestro ritmo de vida habitual pero sí a hacer algunos cambios y tener en cuenta algunas consideraciones. Por lo tanto, si conduces habitualmente, podrás seguir haciéndolo pero toma nota:

Lleva siempre cinturón de seguridad puesto que en caso de accidente puede ser el salvavidas tuyo y del bebé, eso sí, se debe colocar la banda ventral del cinturón lo más bajo posible para retener la pelvis y no hacer nunca fuerza sobre el feto si hay una colisión y mantén una distancia de unos 25 centímetros del volante. Puedes usar también la denominada banda pélvica que hace sobre todo en los viajes más largos que el cinturón de seguridad sea más cómodo.

Asegúrate de tener siempre activado el airbag ya que una creencia muy extendida durante los últimos años es que éste es perjudicial cuando no es cierto, es otro salvavidas.

Regula siempre la posición del asiento a medida que vaya pasando el tiempo puesto que la tripa irá creciendo y necesitaremos otro ajuste. Intenta también siembre que el respaldo vaya lo más recto posible.

Utiliza siempre ropa holgada y zapato cómodo.

Por último no olvides parar siempre que lo necesites para descansar, ir al baño, comer o caminar para activar la circulación.

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