Con las altas temperaturas que está haciendo, hoy hemos querido hacer un artículos sobre el golpe de calor a los más pequeños porque no podemos olvidar que son los más sensibles a este calor.

Un golpe de calor se da cuando se está expuesto a temperaturas muy elevados perdiendo mucho líquido corporal por lo que normalmente asociamos ésto con:

• Una insolación que es el sobrecalentamiento del cerebro.
• Aumento de temperatura corporal con más de 39ºC.
• Dolor de cabeza punzante que puede llevar a la pérdida del conocimiento o confusión.
• Fatiga.
• Calambres musculares.
• Náuseas y malestar.
• Piel caliente y muy enrojecida.
• Aumento de las pulsaciones del corazón.
• Dificultad para respirar.

¿Qué sucede si vemos a nuestro hijo con estos síntomas?

Lo más importante es actuar rápido pero con calma y acudir a un centro de salud mientras que intentamos durante el trayecto reducir su temperatura del cuerpo con estos consejos:

Buscando un lugar a la sombra y lo más fresco posible.

Eliminar parte de ropa para ayudar a que el cuerpo se ventile rápidamente.

Abanicar al pequeño.

Mojarle con agua fresca en muñecas, nuca, frente, axilas e ingles.

Ofrecerle agua fresca para beber.

Ten en cuenta que después de sufrir un golpe de calor, el niño estará más sensible durante unos días a las condiciones de temperatura alta por lo que conviene extremar las precauciones y evitar que esté en contacto durante mucho tiempo con el sol o en sitios calurosos.

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