Está comprobado cómo el número de separaciones tras ser padres aumenta, ya que tanto a nivel personal como de pareja se producen bastante cambios que no todos somos capaces de asimilar.

Muchos psicólogos apuntan a que en la sociedad actual las persona viven en la inmediatez y dejan a un lado la paciencia por lo que se produce finalmente una mala combinación. Cada vez necesitamos más dispositivos inteligentes que nos ahorren tiempo y esfuerzo, comida preparada, mensajería instantánea… pero cuando un hijo viene al mundo lo que más se necesita es confianza y mucha paciencia.

Las estadísticas apuntan a que los padres pueden llegar a tener cada día hasta 100 discusiones por diferentes motivos. ¿Queréis saber cuáles son éstos?

En primer lugar, la forma de educar a un hijo, sobre todo en padres primerizos puesto que es probable que choquen en determinados comportamientos y acciones relacionadas con la educación produciéndose así la temida discusión entre ambos.

El control de las rabietas también es otro de los motivos más comunes. Normalmente los padres optan por dejarle llorar hasta que se canse de que le ignoran, mientras que las madres no suelen dejar tanto llorar al niño.

Cuando se van haciendo mayores también pasa que uno dice que sí y otro día que no y cuando ninguno cede en favor del otro se produce un nuevo enfrentamiento.

El levantamiento de castigos o no cumplir una amenaza suele desembocar en frases como «eres muy blanda» «te dije que lo iba a castigar y le has levantado el castigo», etc.

Cuando un bebé llora de forma descontrolada se ven alterados los nervios de ambos y el no saber cómo poder controlar esa situación es otro factor desencadenante de peleas.

Otros aspectos como dejar dormir al niño con nosotros nos quita intimidad, así como centrarnos demasiado en él y dejar de un lado a nuestra pareja y dedicarse tiempo para ambos suelen ser las causas más frecuentes de una separación.

Por lo tanto, si no quieres que la unidad familiar se destroce, atiende a tu pareja, empatiza con él y buscar un punto de equilibrio y pautas comunes a la hora de educar a los niños.

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