Desgraciadamente ayer nos despertamos con la triste noticia de un niño que con tan sólo 11 años había decidido suicidarse tras la presión y acoso sufrido en el colegio. Y es que el número de casos de bulllying aumenta sin cesar y es una forma de violencia incluso más peligrosa que una pelea entre niños.
Las edades de los niños que la sufren van desde los 9 años hasta los 17 y en los que son objetos de burlas continuadas, insultos, vejaciones, etc.
Ahora bien, ¿qué pasos son los que se debe seguir tanto para descubrir si tu hijo sufre acoso escolar y si es así, cómo tratarlo?
Para comenzar hay que observar muy bien a nuestro hijo y ver si sufre cambios de humor o comportamiento, si ya no quiere estudiar, si está malo continuamente o cualquier indicio que nos haga sospechar que algo va mal.
Escuchar sus problemas e intentar dialogar será el siguiente paso aunque la mayoría no suele reconocerlo y optan por mentir a los padres y hacerles creer que no les pasa nada. Para ello hay que transmitirle mucha confianza y hablar lo máximo posible cada día con él.
Ante el mínimo síntoma, hay que estar en calma para transmitir seguridad y tranquilidad a nuestro hijo e ir reforzando poco a poco su autoestima y decirle siempre que él no es el culpable de lo que le está sucediendo.
Debemos también comunicarlo directamente al centro escolar y proporcionarle un nuevo círculo de amistades, ya sea en otro colegio o en actividades extraescolares.
En los casos en los que el acoso se produce mediante el teléfono móvil o el ordenador, se debe guardar todo para denunciarlo.
Entre todos debemos educar a nuestros hijos para que el acoso escolar no sea cada vez un problema que vaya a más.
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