Sí, habéis leído bien: los expertos ya califican al teléfono móvil como el nuevo chupete electrónico al que muchos padres recurren para hacer callar a los más pequeños.

Pues bien, esta acción trae consigo consecuencias negativas tanto en la conducta como en el desarrollo del niño según un estudio publicado por la Universidad de Michigan en la que no se resuelve el conflicto sobre por qué llora o tiene una rabieta el niño, sino que simplemente se le calma con este dispositivo dándole un uso completamente incorrecto a la tecnología interfiriendo además en la dinámica familiar y en la comunicación paterno-filial.

Y es que los expertos consideran que los niños no tengan acceso activo a cualquier tipo de pantalla hasta los 2 o 3 años de edad: El cerebro del bebés se encuentra en pleno desarrollo y necesita estímulos sensoriales; de lo real y no bidimensional como es la pantalla del móvil o table.

En este sentido, es recomendable mantener a los bebés hasta los 3 años lo más en contacto con el mundo real y así poder desarrollar su motricidad sin dejar acceder a la televisión hasta los 3 años, al ordenador sin internet hasta los 6, a los 9 el uso de la tablet y hasta los 12 años el primer teléfono móvil

En torno al uso también debe existir una limitación en el tiempo, no siendo más de 2 horas y asegurando de que se utilizan con aplicaciones pedagógicas recomendables para los niños.

Utilizado para calmar berrinches propios de los más pequeños estaremos perjudicándolos porque ellos no desarrollarán correctamente los mecanismos de autocontrol y autorregulación de la conducta.

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