Con la llegada próxima de la primavera aumentan exponencialmente los casos de varicela en niños y también en adultos que no han pasado a lo largo de su vida por esta enfermedad tan contagiosa.

Se caracteriza por la aparición de manchas y ronchas de color rojo por toda la piel apareciendo primero en las zonas de la nuca y detrás de las orejas y expandiéndose hacia el tronco y el resto del cuerpo. Por suerte, es fácil de identificar, noticia muy buena para así asilar a la persona contagiada que evite propagarla y transmitirla.

Sin embargo, en casos de bebés muy pequeños, éstos tienen más posibilidades de desarrollar complicaciones de carácter más grave por lo que los expertos recomiendan extremar las precauciones y seguir muy de cerca la evolución de dicha enfermedad. En los casos de contagiarse durante las primeras semanas de vida, el riesgo aumenta mucho más y por ello suelen terminar ingresados en el hospital.

Los expertos recomiendan por lo tanto, separar al niño contagiado desde dos días antes de la aparición de la primera lesión en la piel hasta unos seis días después. En este tiempo que comienzan el calor y el sol, la enfermedad está más presente aunque hoy en día podemos prevenirla mediante la vacuna.

Respecto al baño, ha existido un mito popular sobre que los niños con varicela no se pueden bañar, lo cual es incierto aunque sí se deben seguir algunas pautas en la duración del baño y la utilización de jabón neutro.

¿Quieres saber más noticias acerca de enfermedades relacionadas con niños, la maternidad o el embarazo? No te pierdas cada semana los artículos publicados en El Peque de la Casa.