Hoy queremos resolver una de las cuestiones más frecuentes que nos suceden durante el embarazo: las dichosas náuseas o vómitos.

Detrás de este hecho existe lógicamente una razón biológica, concretamente la gonadotropina coriónica que es una hormona que se sintetiza sólo durante la gestión y que se implanta en la pared del útero.

El problema es que durante las primeras ocho semanas es cuando esta hormona se multiplica alcanzando su máximo, siendo uno de sus efectos los vómitos en esta primera etapa del embarazo. No obstante, más del 20% de embarazadas no sufre ningún tipo de náusea por lo que no es ningún indicador de si el embarazo va bien o mal como muchas mujeres creen. En ambos casos, tanto si se sufren como sí no es probable que el embarazo transcurra favorablemente. Sólo existe un entre un 0,5% y un 2% de casos que sufren esta situación de forma grave denominada hiperemesis gravídica. Esto sucede cuando los vómitos son muy persistentes y la mujer pierde peso y tiene alteraciones hidroelectrolíticas como consecuencia de una hiperproducción de la gonadotropina coriónica».

Para aliviar los síntomas y reducir las náuseas que suelen aparecer a primeras horas de la mañana, los expertos recomiendan ingerir galletas antes de empezar el día, realizar comidas frecuentes pero poco abundantes haciendo como mínimo 5 comidas al día y evitando el ayuno. No es recomendable tomar comidas grasas o con picantes porque se toleran peor y en su caso tomar alimentos ricos en hidratos de carbono.

Por lo tanto, si estás embarazada y las náuseas o vómitos son más recurrentes de lo normal, díselo a tu especialista para que mediante una analítica pueda analizar si estás ante un caso de hiperproducción de la gonadotropina coriónica. Y si quieres ir preparando todo lo necesario para la llegada del recién nacido, entra en El Peque de la Casa.