Uno de las tendencias que más ha aumentado durante los últimos años es la automedicación pero no sólo en pacientes normales, sino también en mujeres embarazadas.
Os queremos hablar de algo tan importante porque muchas mujeres lo desconocen pero los estudios aseguran que el 10% de las malformaciones fetales vienen precisamente de la infesta de medicamentos no prescritos.
Los datos son alarmantes puesto que se estima que el 80% de las embarazadas ha tomado algún medicamento de esta forma durante el embarazo desconociendo que el feto está más expuesto a sus efectos pudiendo desarrollar algún problema congénito. Entre las consecuencias más comunes podemos encontrar alteraciones en la placenta y una menor apertura de los vasos sanguíneos que es tan peligroso como que reduce el intercambio de nutrientes y el oxígeno recibido por parte de la madre al feto.
Y entre los medicamentos más consumidos encontramos los analgésicos. El problema es que muchos medicamentos no han sido estudiados sobre las consecuencias que puede producir a una mujer embarazada por o que no debemos suministrarnos ningún medicamento por sí solas a no ser que nos lo haya prescrito nuestro médico incluso cuando existen enfermedades crónicas por parte de la madre para que al menos conozca los riesgos.
Por todos estos motivos los especialistas no se cansan de decir que no se tome nunca ningún medicamento que no necesite receta médica como por ejemplo un analgésico o un antigripal que aunque sin estar embarazadas lo podamos tomar muy fácilmente, cuando lo estamos todo cambia.
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