Cuando nos quedamos embarazadas, no sólo cambia físicamente nuestro cuerpo si no también nuestra mente y hoy en este post os queremos cambiar todas esas alteraciones.
Los cambios hormonales producen cambios en nuestro cuerpo como el aumento del vello, la retención de líquido, el estiramiento de la piel… pero también nos afecta a la parte más emocional, por eso muchas mujeres durante estos meses sienten miedo e inseguridad sobre esta nueva situación. En ocasiones, esta vulnerabilidad en los sentimientos provoca cambios muy importantes en las futuras madres.
Durante el primer trimestre es normal tener cambios de humor, hipersensibilidad o incluso ansiedad. De igual forma se produce la pérdida del apetito sexual por el cansancio acumulado de las primeras semanas o el miedo de dañar al feto.
El segundo trimestre suele ser más tranquilo a nivel emocional puesto que se comienzan a aceptar el nuevo estado, el aumento de paso y las molestias físicas típicas de un mebarazo. Es un momento en el que ya se ha tomado conciencia y las emociones se han ido estabilizando.
En el tercer trimestre ya se vuelve a la agitación de algunos sentimientos puesto que la recta final crea mucha inseguridad, tanto por el momento del parto como por la crianza del bebé. Además, a nivel físico se experimentan algunos cambios muy bruscos como los dolores de espalda, el cansancio, la dificultad para dormir… Por no mencionar de todos los preparativos que hay que realizar ante la inminente llegada del bebé.
Todos estos cambios son normales y es bueno exteriorizarlos y contar con el apoyo de la pareja y familiares para afrontar a nivel mental, el embarazo y la crianza del bebé de la mejor manera posible.
Y para todo lo demás, ya sabéis que en la tienda online de El peque de la Casa contáis con todo lo necesario para sus primeros meses de vida.