Quizás la vuelta al trabajo después de tener un hijo es uno de los momentos más difíciles para cualquier mujer ya que nos da la sensación de que estamos dejando a nuestro bebé, tan débil e indefenso, sólo mientras nosotras tenemos que volver a adaptarnos a la nueva situación laboral.
Esto implica, en la mayoría de las ocasiones, tener que dejar de amamantar a nuestro hijo, ya que en jornadas de 8 horas más desplazamiento, resulta imposible compaginarlo. Psicológicamente es un momento duro y varios estudios han corroborado que tras la baja por materinadad, las mujeres pierden bastante confianza en sí mismas y ven mucho más difícil poder avanzar en su trabajo con un ascenso sobre todo.